Guitarra amiga te encontré en tu funda,
Guitarra olvidada te quise escuchar,
Te encontré herida sola y sin aliento,
Te puse en mi mesa y comencé a llorar.
Mal herida estabas, no sabia que hacer,
Contemplando tu herida empecé a recordar,
Lo que mi tata viejo me había enseñado,
Que estas heridas se pueden arreglar.
A un costadito retire sus cuerdas,
Mientras a mi hijito le caían sus lágrimas,
Procure calmarlo y junto aprendimos,
Que abandonarla le hizo mucho mal.
Guitarrita mía curare tus heridas,
La cola y la prensa te haden de ayudar,
Una herida fea, tendrás cicatrices,
Pero muy prontito volverá a sonar.
Amigo hijo mío, no la abandones nunca,
Tu guitarra criolla tienes que cuidar,
Ella es muy frágil, y te necesita,
Con ella tú siempre, siempre cantaras.,
Charly Gómez Re
15/05/2009
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