Lo conocí un domingo, desde mi dormitorio, mi computadora encendida y un Chat que me esperaba: ese domingo ya muy tarde, después de compartir con amistades, y sin ganas de salir a ningún lado, me quede solita, me senté en mi silla y frente a mi computadora comencé a chatear: me dice – hola linda – yo le respondo - ¿quien sos? – el me dice - te vi en contactos y de ahí te agregue – desde ese momento comienza mi historia de amor, charlamos en muchas oportunidad, charlas de amigos que de apoco me fue atrapando, creí que yo conquistaba su corazón hasta que lo conocí… y fui conquistada por el.
Acordamos encontrarnos una larga distancia nos separaba, yo desde Mendoza viaje para conocerlo, el en la capital de San Juan, no se como pero decidí ir a conocerlos. Compre mi boleto y tome ese colectivo de larga distancia que me llevaría a conocer lo inimaginable, a la persona que me cambiaria, un giro de amor. En aquel momento viajando, esas largas hora, pensando que pasaría, que pensaría el de mi por tomar esta decisión. Llegue a aquella Terminal de ómnibus, ya tarde… la noche y la luz del alumbrado publico se entremezclaban confundiendo el día de la noche, la gente que se amontonada y yo ansiosa por encontrar aquel rostro, aquel hombre que me estaría esperando, de repente me toca la espalda y me dice – hola Lina – me cayo un rayo de emoción, como que era lo que espera, o no se… en ese momento me quedo casi muda, nunca antes salí a ver a alguien de esta forma, y menos de esta manera, viajar y estar lejos de casa: yo me doy vuelta y le respondo – hola Ricardo – y así comenzamos a conocernos.
Cuando nos vimos quedamos paralizados, tuve que reaccionar y decir bueno acá estoy, dime… ¡esta soy yo! Me miro, su cara era algo indescriptible no podía reaccionar, a lo cual dije bueno, - ¿era lo que esperabas?, - si, es así - quiero mis besos y mis abrazos, todo lo que prometías en tus mensajes a mi celular durante el tiempo que duro mi viaje a tu encuentro. Tu sonrisa fue tan grande y me abrazaste y besaste, tu altura era tanto que para mi eras el gigante más lindo que veía. Desde ese momento no nos separamos y solo recibía de vos caricias y besos y todas tus atenciones, me miraste y solo repetías, Sos mas de lo que yo esperaba, y lo único que hicimos fue amarnos durantes las horas que duro nuestra noche fueron interminables, no queríamos que el tiempo pasara solo amarnos como hacia mucho tiempo que no amaba a alguien. Esos dos días solo estuvimos en la cama, sin importar otras cosas fuera de la habitación del bello hotel, solo miradas muy intensas, caricias, besos y amarnos una y otra vez, sin querer separarnos, pronto tendría que emprender ese viaje que me aleja de vos, pero nuestro amor sigue en tus mensajes de correo y tus mensajes a mi celular. Siempre me dicen te amo, necesito de tus besos y volver a amarnos, volver a sentir nuestros cuerpos como aquellas horas.
Ahora de regreso a su casa, Lina solo espera sus llamadas que la colman de alegría y añora aquellos momentos que juntos compartieron. Quisiera tener alas para volar hacia el, ser una luciérnaga y llevarle su luz, esa luz que el encendió y que solo el puede mantener encendida. Lina se ha enamorado como una adolescente con todo lo que ello implica. vive y respira por el pero también se angustia mucho pensando en el tiempo que aun falta para volverlo a ver, la distancia muchas veces la hace llorar por que para Lina distancia no se mide en Km, sino en el espacio de tiempo que transcurre entre vez y vez que hablan así sean minutos, va a ser fuerte y va a defender ese bello amor que nació y que le brota por los poros porque no hay nada mas importante en la vida que amar y ser amado y Lina ama y es amada por ese casi desconocido del chat, por ese gigante de ojos tiernos que jamás la abandonara.
Charly Gómez Re
14/12/09
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